Durante todos estos años Dios me ha llevado a desarrollar diferentes aspectos como pastor y líder de alabanza. Principios que deseo compartir con cada uno de ustedes para que sea de apoyo en su formación y liderazgo a través de la alabanza en sus iglesias.
- Busca con todo tu corazón tener una experiencia especial con Dios cada vez que ministres.
- Motiva a las personas a adorar con tu propio ejemplo. Evita decirle a las personas lo que deben hacer y hazlo tu mismo (levantar tus manos, arrodillarte, adorar…)
- Se sensible al mover de Dios y obedece a su dirección. Deja que el Espíritu Santo sea el director de alabanza.
- No te extiendas más del tiempo que te han dado. Debes aportar al buen desarrollo de cada servicio.
- Asegúrate que las personas tengan los medios para poder interpretar las canciones y participar activamente en la alabanza.
- Haz todo con excelencia, que sea evidente tu alto nivel musical y espiritual.
- Se humilde en todo tiempo, cuando dirijas al pueblo a las presencia de Dios y cuando bajes de la tarima. Comparte con la gente.
- No te distraigas ni te enojes si se presenta alguna falla técnica.
- Permanece en todo tiempo sometido a tus autoridades y bajo su cobertura. Esto guarda tu corazón y te da autoridad.
- Asegúrate que todo el equipo de alabanza esté en santidad y obediencia. No temas remover o poner en quietud a alguien que necesite cambiar algo en su vida.
- Nunca busques que te sirvan. En todo tiempo debes servir a los demás.
- Conviértete en uno de los mejores líderes de tu iglesia. Eso te da una autoridad especial para ministrar.